Con la llegada de las primeras señales del otoño, nos encontramos con la cosecha de uno de sus protagonistas más emblemáticos: la calabaza. Este fruto, generoso en formas y colores, emerge en abundancia y se convierte en el ingrediente estrella de la temporada, utilizado tanto en recetas reconfortantes como en postres innovadores.
Orígen y usos históricos
Introducida a América del Norte por los indígenas hace milenios, desde su origen en las fértiles tierras de América Central y del Sur, la calabaza ha sido un alimento fundamental en la dieta de numerosos pueblos y un elemento crucial en sus prácticas culturales y rituales.
El origen de la calabaza en el mundo data de unos 10.000 años, pues fue la primera planta cultivada en Mesoamérica y llevada a México, donde se empezó a cultivar. Se conocen más de cien variedades distribuidas por todo el mundo, con diferencias entre unas y otras, como es el tamaño, el color, el sabor y la textura.
Versatilidad y nutrición en la cocina global
Versátil y nutritiva, la calabaza se ha consolidado como un ingrediente predilecto en la gastronomía global, ocupando un lugar prominente en una amplia gama de recetas. Su carne suave pero firme se presta a ser transformada en cremas y sopas suaves que son el consuelo perfecto para los días otoñales. Su sabor ligeramente dulce y su textura maleable la hacen ideal para incorporar en una variedad de postres, desde pasteles y tartas hasta mousses y flanes.
Este fruto no sólo enriquece nuestros platos con su sabor y color, sino que también aporta un valioso contenido nutricional, siendo una excelente fuente de vitaminas, fibra y antioxidantes.
Te compartimos la receta de un postre espectacular de esta temporada: el flan de calabaza, un manjar muy popular en todos los países de Latinoamérica donde la calabaza es la estrella. Este postre combina la tradición culinaria con el sabor único de la temporada, creando una experiencia que deleita el paladar y celebra la riqueza de la cosecha otoñal. La elaboración es muy sencilla y se puede hacer en baño María al horno o también en la estufa.
Receta flan de calabaza
6 porciones
Ingredientes para el caramelo:
- ½ taza de azúcar
- 6 cucharadas de agua
Ingredientes para el flan:
- 600 gramos de calabaza
- 1 lata de leche condensada. (395 gramos)
- 1 vaso ½ de leche entera
- 5 huevos medianos
- 100 gramos de pan rallado (3/4 de taza)
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
Preparación del caramelo:
- Colocar en una olla mediana la cantidad de azúcar indicada más las seis cucharadas de agua y llevar al fuego a temperatura mediana hasta que hierva, de manera que al hacer burbujas tome un color dorado; se revuelve el caramelo moviendo la olla, sin hacer uso de cuchara ni ningún otro utensilio. Estar muy pendiente y evitar que esta preparación adquiera un sabor amargo y para ello es conveniente no dejar que su color se torne muy oscuro.
- Verter el caramelo en el molde donde será cocinado el flan, cubriendo los lados del recipiente. Dejar enfriar.
Preparación del flan:
- En una olla colocar la calabaza cortada en trozos pequeños, agregar el agua hasta que quede cubierta y llevar a cocción hasta que esté blanda.
- En una licuadora o procesador de alimentos colocar la calabaza cocida, la leche condensada, la leche entera, los cinco huevos, el pan rallado y la esencia de vainilla y mezclar.
- La combinación obtenida se coloca en el molde acaramelado, se tapa o cierra con papel aluminio y se lleva al horno (350 grados) en baño maría, se cocina durante una hora y quince minutos aproximadamente, se revisa si está listo insertando un palillo o un cuchillo y verificar que este salga seco.
- Cuando el flan esté totalmente frío se extrae del molde, y se lleva al refrigerador hasta el día siguiente.
Una sugerencia importante es que, al día siguiente antes de servir, hay que llevarlo sólo por dos minutos al fuego para que el caramelo logre derretirse un poco, y se facilite su extracción.
¡A disfrutar!