Octavio Irineo Paz Lozano, nacido el 31 de marzo de 1914, en la tumultuosa época de la Revolución Mexicana, se erige como un coloso en la literatura, ensayo y diplomacia mexicana. Fue honrado con el Premio Nobel de Literatura en 1990 y el Premio Cervantes en 1981. Este ilustre autor es reconocido como uno de los más influyentes del siglo XX y uno de los más grandes poetas de la historia. Su legado trasciende su tiempo,
Biografía de Octavio Paz
La biografía de Octavio Paz se entrelaza con los vaivenes de la historia de México desde su nacimiento hasta su fallecimiento el 19 de abril de 1998 en Ciudad de México. Durante los primeros años de su vida, la Revolución obligó a su madre, Josefina Lozano, a llevarlo a la casa de su abuelo, Ireneo Paz, en Mixcoac. Su padre, Octavio Paz Solórzano, se unió al ejército zapatista, y la ausencia paterna marcó su infancia.
La educación temprana de Paz comenzó en los Estados Unidos, donde su padre representaba a Emiliano Zapata. Este período en Los Ángeles fue un desafío para el joven Octavio, enfrentándose a barreras lingüísticas y conflictos con sus compañeros. Su retorno a México no fue menos difícil, ya que la animosidad persistió entre sus compatriotas. Estos años formativos también estuvieron marcados por su exposición al fervor político de la época, particularmente el movimiento vasconcelista.
La elección política de Paz se inclinó hacia la izquierda y el anarquismo, bajo la influencia de José Bosch. Su participación en la Unión de Estudiantes Pro Obreros y Campesinos y su adhesión a las ideas revolucionarias marcaron el inicio de su activismo. Sin embargo, Paz experimentó una dualidad entre la poesía y la prosa, expresada a través de la revista Barandal, donde compartió espacio con otros jóvenes literatos.
La lectura de “The Waste Land” de T.S. Eliot dejó una impresión duradera en Paz, influyendo en su escritura. Su primer artículo publicado, “Ética del artista”, revela su preocupación por la conexión entre moral y poesía. Este periodo también vio la publicación de su poemario “Luna Silvestre” en 1933, marcando el inicio de su exploración poética.
El encuentro con Rafael Alberti en 1934 fue significativo. Alberti, defensor de la poesía comprometida con la política, reconoció en Paz la tentativa de transformar el lenguaje, destacando su singularidad revolucionaria. A pesar de su inclinación política, Paz se sumió en una introspección poética más profunda, influenciado por figuras como San Juan de la Cruz, Novalis, Rilke y D.H. Lawrence.
En 1937, Paz fue invitado al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura en España, donde compartió espacio con prominentes escritores de la época. Esta experiencia dejó una huella indeleble en su visión poética y política. A su regreso a México, Paz se dedicó a la fundación de la revista Taller en 1938 y continuó explorando la conexión entre poesía y política.
En 1943, Octavio Paz recibió la Beca Guggenheim y emprendió estudios en la Universidad de California, Berkeley. Dos años después, inició su carrera diplomática, siendo destinado a Francia hasta 1951. Durante este tiempo, tuvo contacto con surrealistas y colaboró en la revista “Esprit”. En 1950, publicó “El laberinto de la soledad”, un ensayo antropológico que exploraba la identidad mexicana.
Su vida diplomática lo llevó a la India y Japón, pero en 1968, renunció a su cargo de embajador en protesta por la masacre de Tlatelolco. Esta decisión lo distanció del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y marcó su trayectoria política. En 1971, fundó la revista “Plural”, que posteriormente evolucionó a “Vuelta”, donde denunció las violaciones a los derechos humanos en regímenes comunistas.
Octavio Paz falleció el 19 de abril de 1998 a la edad de 84 años. Su legado perdura como un faro literario y un defensor incansable de la libertad y los derechos humanos. Su obra abarca desde la poesía lírica hasta la reflexión filosófica, dejando una impronta imborrable en la literatura y el pensamiento del siglo XX.
Datos curiosos de Octavio Paz
Afiliación anarquista en su juventud: Aunque Octavio Paz es conocido por sus contribuciones literarias y diplomáticas, en su juventud estuvo afiliado al anarquismo. Se unió al anarquismo sostenido por José Bosch, lo que marcó sus primeros pasos en el activismo político y literario. Este período influyó en su perspectiva sobre la política y la sociedad.
Confrontación con surrealistas en París: Durante su estancia en París como diplomático, Paz se encontró con los surrealistas, incluyendo a André Breton. Aunque compartían un interés por la exploración artística y la libertad creativa, Paz tuvo desacuerdos con los surrealistas en cuanto a sus posiciones políticas, especialmente por su alineación con el comunismo.
Desilusión con la causa Republicana en la Guerra Civil Española: A pesar de su inicial solidaridad con la causa republicana durante la Guerra Civil Española, Paz experimentó una desilusión significativa. La represión contra los militantes del Partido Obrero de Unificación Marxista de Cataluña afectó su apoyo, y años después denunció los crímenes de Stalin, distanciándose del comunismo.
Renuncia como Embajador en protesta por la masacre de Tlatelolco: Octavio Paz se encontraba en la India cuando ocurrió la masacre de Tlatelolco en México en 1968. En señal de protesta y desacuerdo con el gobierno mexicano, renunció a su cargo como embajador. Fue el único que tomó esta medida, destacando su firme postura en defensa de los derechos humanos.
Fundador de revistas literarias: Paz desempeñó un papel fundamental en la fundación de revistas literarias en México. En 1938, fue cofundador de la revista “Taller”, y en 1971 estableció “Plural”, una publicación que fusionaba literatura y política. Estas revistas se convirtieron en plataformas importantes para la expresión artística y el debate intelectual en sus respectivas épocas.
Octavio Paz es un icono de la literatura y de la vida política de México que vivirá por siempre en la historia del país y del mundo.