Los goles de los uruguayos fueron anotados por Darwin Núñez al 7’, 44’, 49’ del partido y por Facundo Pellistri al minuto 26.
Segundo de Tres Partidos Amistosos para el Tri
El partido fue parte de la serie de tres juegos programados de preparación para la Selección mexicana para la Copa América, torneo regional organizado por la CONMEBOL, que en esta edición incluirá a países de la CONCACAF, México siendo uno de ellos.
Para este partido, Jaime Lozano, entrenador del Tri, había diseñado un plan para darle oportunidad a nuevos jugadores, algunos de ellos que nunca habían recibido oportunidad de participar en la selección. De estos jugadores, incluía el portero del Rebaño Sagrado, José Rangel.
Cuando se esperaba que Luis Malagón debería de suplir la ausencia de Guillermo Ochoa, Lozano optó por darle oportunidad en este juego al joven cancerbero del Guadalajara. En el juego anterior de la selección, ante Bolivia, el elegido había sido Julio González.
Nerviosismo de los Jugadores Jóvenes de México
El joven jugador comenzó a manifestar inseguridad en sus intentos por controlar y distribuir los balones que eran enviados a él por sus defensores y mediocampistas. En el primer gol charrúa, daba la impresión de que el joven cancerbero pudo haber hecho más, aunque era un poco obstaculizado por sus propios defensores.
Pero, lamentablemente, su nerviosismo siguió incrementado mientras pasaban los minutos, tanto que el mismo público comenzó a abuchearlo, lo que probablemente incrementó su estado de desconcentración en las jugadas subsecuentes.
Desde el inicio de las acciones se vio a un Uruguay incesante en el ataque, empleando gran presión a los intentos de los mexicanos por organizar el ataque desde su línea defensiva.
Las jugadas de contragolpe, efectuados por los charrúas, no solamente eran efectivas y letales, sino veloces y eficaces. La velocidad empleada por los medios y atacantes uruguayos hacía ver a las líneas defensivas mexicanas lentas y tardías en sus respuestas.
El Primer Gol Charrúa
El primer gol charrúa, al minuto siete, fue como resultado de una veloz descolgada por la banda derecha que Nahitan Nández inició y después de su cruce, Darwin Núñez conectaría con el esférico para enviarlo dentro de las redes, después de un corto revoltijo dentro del área chica defendida por José Rangel, canserbero mexicano.
México quedaba un poco desconcertado después del gol y se podía ver ya a algunos jugadores nerviosos, pero ninguno como el joven portero de las Chivas Rayadas del Guadalajara, José, el “tala” Rangel.
México Intentaba Responder
Aunque el Tri generaría una respuestas después de que el “piojo” Alvarado soltaba un tremendo disparo desde fuera del área, al minuto trece, que cimbró el travesaño de la portería defendida por Sergio Rochet, el cual solamente pudo mirar la trayectoria del balón, pero sin poder hacer algo al respecto. Lamentablemente para el Tri, esa sería la mejor aproximación de gol, durante el curso del partido.
Llegaba el Segundo y Tercer Gol de Uruguay
El segundo gol charrúa arribaba un poco después. Al minuto 26, Brian Rodríguez enviaba un pase a Facundo Pellistri, el cual simplemente empujaría la pelota dentro de la red a corta distancia.
Sin poder desdibujar la ofensiva uruguaya que Marcelo Bielsa enviaba en contra de la defensiva mexicana, el Tri permitiría un tercer gol en la parte final del primer tiempo. Este tercer gol truncaba cualquier posibilidad que tenían los mexicanos de tener algún tipo de respuesta en la segunda mitad.
Prontamente, al comienzo de la segunda mitad, un veloz contragolpe charrúa, el cual hacia ver a los defensas mexicanos demasiado lentos en comparación, llegaría el cuarto gol uruguayo.
En esta ocasión, se vería una tardía reacción por parte de Rangel, el cual era batido por Pellistri, el cual enviaba un cruce a Núñez, el cual se deslizaba a tiempo para cerrar la pinza y anotar así el cuarto gol uruguayo del partido.
Frustración de los Aficionados Aztecas
Ya en estas instancias, los aficionados mexicanos, algunos de ellos, se volcaban en contra del combinado nacional, coreando los toques consecutivos que lograba armar el equipo contrincante.
Lastimosamente, en los minutos subsecuentes, los niveles de frustración se elevaban al punto que un sector de aficionados, localizados atrás de la portería de Rangel, comenzaron a gritar el famoso, pero vergonzoso grito homofóbico.
El árbitro del partido, el colegiado Oshane Nation, no dudó en terminar el encuentro, sin agregar mucho tiempo, probablemente con la idea de prevenir o prolongar la posible reacción del público.
El combinado nacional mexicano ahora tendrá que enfrentar al equipo brasileño, el próximo sábado, en lo que se convierte en un obstáculo difícil para el Tri, de cara al comienzo de la Copa América.
