7 Comportamientos Típicos de la Gente Malcriada: ¿Eres Uno de Ellos?
Comportamientos comunes en personas malcriadas durante la infancia, según expertos en psicología
¿Cómo se Define a la Gente Malcriada?
El término gente malcriada suele referirse a aquellos que, debido a una falta de límites o de enseñanzas sobre la empatía y la autodisciplina en su niñez, desarrollan ciertos rasgos egocéntricos y demandantes.
Según la psicóloga Reena B. Patel, esta actitud puede tener efectos duraderos en sus relaciones y vida profesional.
Los 7 Rasgos Más Comunes en la Gente Malcriada
1. Son Intransigentes
Uno de los rasgos más evidentes en la gente malcriada es la intransigencia. Al crecer con la creencia de que todo gira a su alrededor, estos adultos no aceptan que otros tengan opiniones diferentes, ni están dispuestos a ceder en una discusión.
Como explica Patel, “piensan que las cosas deben suceder a su manera y bajo sus propios términos”.
2. Tienen Pocas Habilidades de Comunicación
La gente malcriada suele tener dificultades para comunicarse de manera asertiva y escuchar a los demás. Al haber crecido en un ambiente que se ajustaba a sus deseos, carecen de la práctica necesaria para escuchar activamente y considerar las emociones ajenas.
Como explica la Dra. Denitrea Vaughan, “los adultos malcriados no siempre comprenden el impacto de sus palabras en los demás”.
3. Son Egoístas
La gente malcriada en la infancia tiende a ser egoísta en la adultez. Según estudios, aunque el egoísmo es una fase natural en los niños, aquellos que nunca aprenden a compartir o a poner las necesidades de otros primero pueden convertirse en adultos centrados exclusivamente en sí mismos.
Rasgos que Pueden Limitar sus Relaciones
4. Falta de Empatía
La falta de empatía es otro rasgo característico de la gente malcriada. Al no desarrollar la habilidad de ver las cosas desde la perspectiva de los demás, estos adultos a menudo carecen de la capacidad de conectar emocionalmente y comprender los sentimientos ajenos, lo cual suele impactar sus relaciones personales y profesionales.
5. Son Impulsivos
La gente malcriada, a menudo, demuestra impulsividad, lo cual se debe a una falta de aprendizaje en la gestión de sus emociones, desde temprana edad. Según expertos, los adultos impulsivos no aprenden a manejar la gratificación diferida, lo que puede llevarlos a tomar decisiones precipitadas en situaciones importantes.
Cómo Afecta la Falta de Disciplina en la Gente Malcriada
6. No Tienen Autodisciplina
La autodisciplina es una habilidad que se forma en la niñez, y la gente malcriada suele carecer de ella. Al no recibir límites claros, estos adultos tienen dificultades para seguir rutinas y cumplir con sus compromisos.
Según Vaughan, “la falta de límites en la infancia lleva a adultos que encuentran complicado regular sus propios comportamientos”.
7. No Saben Gestionar Conflictos
Finalmente, uno de los mayores desafíos para la gente malcriada es su incapacidad para gestionar conflictos. Si de niño siempre se les daba la razón, en la adultez es probable que no sepan cómo afrontar desacuerdos de manera sana y productiva.
Como resultado, este comportamiento limita su habilidad para sostener relaciones saludables.
La gente malcriada, durante su niñez, enfrenta desafíos significativos en la adultez. Desde dificultades de comunicación hasta la falta de empatía, estos rasgos no solo afectan su vida diaria, sino también sus relaciones y desarrollo profesional.
La psicología indica que una crianza equilibrada y basada en límites, puede ser la clave para evitar estos problemas en el futuro.
Datos Curioso sobre la Gente Malcriada
La crianza autoritaria y permisiva afectan el cerebro. Estudios con neuroimagen han demostrado que el tipo de crianza puede influir en la estructura cerebral. Los niños criados con límites bien definidos tienden a desarrollar un sistema de recompensa más equilibrado, mientras que los malcriados muestran respuestas más impulsivas.
Los niños que aprenden a esperar son más exitosos: El famoso "Experimento del Malvavisco" mostró que los niños que pudieron retrasar la gratificación a una edad temprana (esperando para recibir una recompensa mayor) tuvieron, en promedio, mejores resultados en sus carreras y en sus relaciones de adultos.
La falta de empatía se manifiesta desde la infancia: Los psicólogos han descubierto que la empatía se desarrolla en etapas tempranas de la vida. Los niños a los que no se les enseña a ponerse en el lugar del otro tienen una mayor probabilidad de volverse adultos poco empáticos.
Ser ‘malcriado’ también puede afectar la salud física: Estudios han encontrado que los adultos con problemas de autocontrol (como impulsividad y falta de autodisciplina) tienen mayores probabilidades de desarrollar problemas de salud, como obesidad y enfermedades cardíacas, en comparación con aquellos que desarrollaron disciplina desde niños.
La inteligencia emocional se aprende, no se hereda: A diferencia de la inteligencia cognitiva, que tiene un componente genético fuerte, la inteligencia emocional es una habilidad aprendida. Esto significa que con una buena educación emocional, los niños pueden desarrollar habilidades para gestionar sus emociones y relaciones, independientemente de sus genes.