En la era digital actual, es casi imposible evitar que los niños pequeños interactúen con pantallas, ya sea a través de tablets, smartphones o la televisión.
Sin embargo, la preocupación sobre los efectos que este tiempo frente a la pantalla tiene en su desarrollo sigue aumentando.
¿Qué dicen los expertos sobre la cantidad de tiempo adecuada? ¿Cuáles son los riesgos de un uso excesivo y los beneficios de un uso controlado?
Aquí exploramos las recomendaciones y análisis de profesionales en desarrollo infantil y salud:
Recomendaciones Generales Sobre El Tiempo Frente En la Pantalla
Las guías más recientes de la Academia Americana de Pediatría (AAP) son claras: los niños menores de 18 meses deben evitar las pantallas, excepto para videollamadas familiares.
Entre los 18 y los 24 meses, los padres pueden introducir contenido de calidad, siempre y cuando estén presentes para ayudar al niño a interpretar lo que ven.
Para los niños de 2 a 5 años, el tiempo frente a la pantalla no debe exceder una hora al día, y el contenido debe ser educativo, interactivo y apropiado para su edad.
Los Efectos del Tiempo Excesivo Frente a la Pantalla
El uso excesivo de pantallas en niños pequeños puede acarrear consecuencias negativas. Estudios han mostrado que, pasar demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos puede afectar el desarrollo del lenguaje y la capacidad de concentración, en niños de edad preescolar.
Además, el uso prolongado de pantallas se ha vinculado con problemas de sueño, ya que la luz azul que emiten estos dispositivos interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
La interacción social y el juego activo son componentes esenciales para el desarrollo temprano de los pequeños. Los niños pequeños necesitan tiempo para explorar su entorno, desarrollar habilidades motoras y aprender a relacionarse con otras personas.
El tiempo frente a la pantalla, si no se controla adecuadamente, puede desplazar estas actividades fundamentales para su crecimiento cognitivo.
Beneficios del Uso Controlado de la Pantalla
Aunque el uso excesivo de pantallas puede ser perjudicial, esto no significa que todas las interacciones con dispositivos electrónicos sean negativas.
Las herramientas digitales pueden ofrecer beneficios si se utilizan de manera controlada y con supervisión.
Aplicaciones educativas, programas interactivos y ciertos videojuegos pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades cognitivas, mejorar la coordinación ojo-mano e incluso aprender nuevas palabras o conceptos.
Plataformas como Sesame Street y PBS Kids, han desarrollado contenido diseñado específicamente para apoyar el aprendizaje temprano.
Los programas que fomentan la interacción, como aquellos que animan a los niños a responder preguntas o imitar acciones, son particularmente efectivos cuando se usan en sesiones cortas y con la participación de los padres.
¿Qué Dicen los Psicólogos Infantiles?
Los psicólogos infantiles insisten en que, más que el tiempo frente a la pantalla, lo más importante es la calidad del contenido y la manera en que los niños interactúan con él.
Los programas pasivos, donde los niños solo ven sin interactuar, ofrecen menos beneficios que aquellos que fomentan la participación activa.
El Dr. Jenny Radesky, una destacada pediatra, sugiere que los padres usen el tiempo frente a la pantalla como una oportunidad para la enseñanza interactiva.
Ver un programa juntos, discutir lo que está sucediendo y ayudar a los niños a relacionar lo que ven con su vida diaria, son formas de hacer que el tiempo frente a la pantalla sea más productivo en el cuidado del cuerpo como organismo frágil que es.
Estrategias Para un Uso Responsable De Las Pantallas
Para minimizar los efectos negativos y maximizar los beneficios del tiempo frente a la pantalla, los expertos recomiendan establecer reglas claras. Aquí algunos consejos:
- Definir límites claros: Establecer tiempos diarios específicos para el uso de pantallas ayuda a que los niños desarrollen un hábito equilibrado. Para los niños de 2 a 5 años, una hora diaria de contenido educativo es lo más apropiado.
- Asegurarse de que el contenido sea de calidad: Optar por programas interactivos y aplicaciones que ofrezcan oportunidades de aprendizaje es fundamental. Siempre es mejor elegir contenido que fomente la participación activa.
- Participación de los padres: Sentarse con los niños mientras usan dispositivos es clave. Hacer preguntas sobre lo que están viendo y conectar los conceptos con la vida real, puede convertir el tiempo frente a la pantalla en una experiencia educativa.
- Promover actividades al aire libre: Incentivar el tiempo de juego físico y la interacción con otros niños, ayuda a equilibrar las horas que pasan frente a las pantallas.
Si bien el debate sobre el tiempo frente a las pantallas continúa, los expertos coinciden en que el uso controlado, de calidad y con supervisión, es una herramienta valiosa en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los más pequeños.