La reciente derrota del F.C. Barcelona es su tercera en los últimos cinco enfrentamientos del club catalán. El club dirigido por Xavi Hernández ha recibido un total de 14 goles durante estos partidos.
Este inesperado descalabro, sufrido en su propio estadio, ha relegado al Barça a la cuarta posición de la tabla general de la Liga Española, acumulando 44 puntos. Ahora se encuentra por debajo del Atlético de Madrid, el Real Madrid y el sorprendente líder actual, el Girona.
¿El Fin de Xavi?
Xavi, el cual ha recibido una infinidad de críticas últimamente por las constantes derrotas del F.C. Barcelona, anunciaba su renuncia a la dirección técnica, efectiva al final de la actual temporada.
De acuerdo a un artículo publicado en ESPN, esta es la primera vez, desde 1963, que el Barcelona ha recibido cinco goles como local, desde que el Madrid le ganara 5-1 en la década de los sesenta.
El Barcelona retuvo la pelota, pero le faltó concretar
Sorprendentemente, pero esperado a la vez, el Barcelona mantuvo posesión de la pelota el 71%, mientras que el Villarreal solamente controló el balón el 29% del tiempo total. Aun así, los visitantes lograron anotar dos goles en el periodo de los últimos minutos del primer tiempo y comienzos del segundo, para adelantarse en el marcador por 0-2.
Gerard Moreno conseguiría el primero, al minuto 41, cuando la defensa barcelonista era sorprendida en un saque de banda que recibía Sørlot. Éste, rápidamente servía a Moreno, el cual de primera instancia enviaba el balón fuera del alcance de Iñaki Peña.
Furiosa remontada del Barça
Sin embargo, los locales responderían furiosamente al verse 0-2 en contra en el marcador. En un periodo de poco más de diez minutos, los culé remontaban el 0-2, anotando dos contundentes goles para igualar el marcador 2-2. Ilkay Gündogan anotaba el primero al minuto 60, y Pedri el segundo gol del empate, al minuto 68’ del cotejo.
Tres minutos después, al 71’, tras un tiro de castigo cobrado por Frankie de Jong desde la banda izquierda, el defensa del Villarreal, Eric Baily, enviaba la pelota a su propia meta tras intentar desviarla, para el 3-2 de los culé.
Hasta este momento, parecía que el resultado era lo más normal. El Barcelona controlaba la pelota y generaba opciones en contra de la portería defendida por Filip Jörgensen. Al minuto 83, éste último se empleaba a fondo, a su izquierda, para desviar un potente disparo que era desaviado por la propia defensa del Villarreal.
Un balde de agua fría
A pesar de la presión intensa del Barcelona, el Villarreal resistía con firmeza. En una jugada rápida y decisiva en el minuto 84, Sørloth ejecutaba un pase magistral a Goncalo Guedes, quien demostraría su velocidad y destreza técnica.
Guedes controló la pelota con habilidad, y con un movimiento ágil y preciso, envió un remate cruzado, colocando el balón fuera del alcance de Peña. Este gol equilibraba el marcador a 3-3, un reflejo del dinamismo del partido y de la capacidad del Villarreal para capitalizar las oportunidades en momentos cruciales del encuentro.
En el dramático clímax del partido, cuando el reloj marcaba el minuto 90, se desató una controversia significativa. El árbitro del encuentro, José Luis Munuera Montero, inicialmente dictaminó un penal a favor del Barcelona debido a una aparente mano de Santi Comesaña.
Sin embargo, en un giro inesperado, el VAR intervino, enviando una señal al árbitro principal para revisar la jugada. Tras un detenido análisis de la repetición en el monitor del VAR, Munuera Montero cambió de parecer, revocando su decisión inicial y, en consecuencia, negándole al Barça la oportunidad de ejecutar el tiro penal. Esta decisión sería crucial y cambiaría el curso del juego en los últimos momentos.
Poco después de la decisión del Barcelona de intensificar su ofensiva en busca de un cuarto gol, el equipo generaría una posición vulnerable en su zona defensiva. Esta táctica arriesgada dejaba espacios abiertos que el Villarreal no tardaba en explotar.
Aprovechando esta oportunidad, Sørlot y Moreno marcaron, cada uno un gol, añadiendo el cuarto y quinto tanto respectivamente para el Villarreal. Estos goles sorpresivos fueron un duro golpe para el Barcelona, el cual había adelantado sus líneas en un esfuerzo por dominar el partido, pero que en cambio se encontró en desventaja ante un Villarreal eficaz y oportuno.
La frustración de Xavi
Xavi Hernández, visiblemente frustrado al término del encuentro, no dudó en expresar su descontento con la decisión arbitral de anular el tiro de penal a favor del Barcelona.
El entrenador del conjunto culé enfatizó en sus declaraciones post-partido que la decisión tomada por el árbitro tuvo un impacto significativo, afectando de manera considerable las posibilidades de su equipo de asegurar la victoria. Xavi subrayó que el giro en la decisión arbitral fue un punto de inflexión que alteró el rumbo potencial del encuentro y por ende la posibilidad del Barça de obtener los tres puntos.
El resultado final probablemente asimilaría la temporada del Barcelona, la cual ha experimentado una infinidad de infortunios, de las cuales incluyen la frustración de los fanáticos, los cuales piensan que Xavi debería de renunciar a su cargo.
Veremos que sucede con los culé. Por lo pronto, tendrán otra oportunidad de buscar la victoria, en casa ante el Osasuna el próximo miércoles.