Tras el histórico triunfo, la selección mexicana se adueña de la primera posición del Grupo A, la cual consigue tras obtener siete unidades, resultado de dos triunfos y un empate. México logró mantenerse un punto por arriba de las norteamericanas, las cuales también obtuvieron también dos victorias y el histórico descalabro ante las aztecas.
La victoria de la Selección Mexicana Femenil contra Estados Unidos, en la Copa Oro Femenil 2024, no solo fue un resultado sorprendente; marcó un hito en la historia del fútbol femenino en México y en la competición internacional.
Este triunfo representa un avance significativo y demuestra el creciente talento y dedicación dentro del equipo. La determinación mostrada en el campo, la estrategia aplicada por el cuerpo técnico y la pasión de las jugadoras se combinaron para lograr un resultado histórico que será recordado durante años.
Selección Mexicana Femenil Rompe Racha de 16 Derrotas Consecutivas
La última derrota ante las aztecas sucedió hace 14 años en un juego clasificatorio a la Copa del Mundo Femenil del 2010. Desde entonces, los Estados Unidos habían logrado derrotar a México en 16 ocasiones consecutivas.
El gol anotado por México, al minuto 38 de este encuentro, fue el primer gol concedido por los Estados Unidos ante un equipo de la Concacaf, en 33 partidos consecutivos jugados.
Además, fue la primera derrota para la actual entrenadora de la Selección Femenil Estadounidense, Twila Kilgore, la cual mantiene una posición de interina.
Cómo la Estrategia y el Talento Llevaron a la Victoria a la Selección Mexicana Femenil de Fútbol
La victoria de la Selección Mexicana de Fútbol Femenil fue fruto de una combinación perfecta de estrategia, táctica, preparación física y mental, y la ejecución impecable de las jugadoras en el terreno de juego.
Desde la defensa sólida hasta los contraataques precisos, cada aspecto del juego contribuyó a este éxito sin precedentes. La capacidad de adaptación a los movimientos del equipo rival y el saber aprovechar los momentos clave del partido demostró el alto nivel de preparación y comprensión del juego, por parte de la selección mexicana.
Pedro López y la Selección Mexicana Femenil
Pedro López, el cual había sido elegido para dirigir los destinos de la Selección Mexicana a finales del 2022, llegaría en sustitución de Mónica Vergara. López había logrado el título de Campeón del Mundo de la Selección de España Sub-20 de la Copa del mundo de la categoría celebrada en Costa Rica. Además, también obtuvo el título de Campeón de Europa, dirigiendo a la Selección Española Sub-19.
López había sido severamente criticado, antes del comienzo de la Copa de Oro W, por no haber integrado a Licha Cervantes y a Katty Martínez, dos de las mejores jugadoras actuales de la Liga MX Femenil, a la lista final de jugadoras.
López explicaría que, a su manera de pensar, él había convocado a las mejores 23 jugadoras de fútbol y de las cuales podría obtener los mejores resultados posibles. La prensa no lo creía así, y las críticas salieron a relucir, sobre todo tras el empate ante la Argentina por 0-0, en el primer juego de la fase de grupos. Aunque las aguas se calmarían un poco, tras la holgada victoria ante la República Dominicana por 8-0, pocos días después.
La Repercusión de la Victoria de la Selección Mexicana Femenil
Antes de este partido, el récord entre las dos selecciones constituía de 43 enfrentamientos entre sí, con 40 victorias para las norteamericanas, un empate, y solamente dos derrotas, incluyendo la de ayer.
El poder obtener el primer lugar del grupo, además del histórico triunfo, le otorga la posibilidad, a la selección Mexicana, de jugar el partido de los cuartos de final ante un tercer lugar de grupo, que probablemente será ante la selección de Puerto Rico.
Para los Estados Unidos, la derrota solamente representa, por el momento, la posibilidad de enfrentar un segundo lugar de grupo en la Copa de Oro W de la Concacaf.
La victoria de la Selección Mexicana Femenil resonó no solo entre los aficionados al fútbol, sino también en los medios y la sociedad en general. Las reacciones locales e internacionales, desde las celebraciones en las calles hasta el reconocimiento en plataformas digitales y tradicionales se hicieron sentir a través de manifestaciones, publicaciones y programas deportivos mexicanos.
Este triunfo ha servido para unir a la nación y poner al fútbol femenino en un pedestal, mostrando el progreso que ha tenido el deporte en México y resaltando la importancia de continuar apoyando el desarrollo del talento femenino en el país.
Protagonistas de la Victoria de la Selección Mexicana Femenil
Becky Sauerbrunn titubeaba en como despejar el balón, el cual rebotaba en el pecho de la veloz atacante Mexicana, Lizbeth Ovalle, la cual lograba controlar el balón y enfrentaba a la portera Alyssa Naeher en un mano-a-mano, a la cual esquivaba para después enviar un sutil toque de izquierda que techaba a las dos defensoras estadounidenses que intentaban bloquear el marco que había dejado desprotegido Naeher, en su intento por salir a presionar a la atacante mexicana.
Para muchos aficionados mexicanos, el excelente gol de Ovalle les haría recordar el gran gol de Giovanni Dos Santos anotado en contra de la Selección Estadounidense masculina de Fútbol, durante la final de la Copa de Oro del 2011.
La primera mitad era terminada por la colegiada Melissa Borjas, con la ventaja Azteca 1-0. La gran mayoría esperaba una gran reacción y presión por parte de los Estados Unidos, pero la Selección Mexicana regresaría con los mismos ímpetus y habilidad empleados en la primera mitad, lo que ayudaba a contrarrestar los ataques ofensivos de las Norteamericanas.
Twila Kilgore hacia modificaciones y enviaba a Emily Sonnett en sustitución de Lynn William, y a Alex Morgan en reemplazo de Sophia Smith, en el minuto 45, esperando generar más velocidad y presión en la defensiva Mexicana.
Sin embargo, las jugadas de peligro ocurrían más constantemente en el área estadunidense. Kiana Palacios, al minuto 67, enviaba un disparo que era bloqueado por la defensa estadunidense, tras un pase de la peligrosa Jacqueline Ovalle. Poco después, al minuto 73, la misma Ovalle enviaba otro disparo que también era rechazado por la defensa Estadunidense.
Sin embargo, estas amenazas constantes de las jugadoras mexicanas dejaban en claro que no retrocederían para proteger su ventaja de 1-0, optando en cambio por mantener la presión ofensiva. Mientras tanto, Estados Unidos no lograba neutralizar el intenso juego de las mexicanas y, aunque creaban oportunidades, las opciones generadas por las aztecas eran más peligrosas.
Aun así, una penetración por el costado izquierdo de la defensa Mexicana, por parte de Trinity Rodman, al minuto 89, generaba un potente tiro que pasaba a pulgadas del poste derecho defendido por Stephany Barrera, guardameta de la Selección Mexicana.
Minutos antes de esta jugada, López decidía enviar a Mayra Pelayo en sustitución de Jacqueline Ovalle, al minuto 82. También enviaba a Diana Ordoñez en reemplazo de Kiana Palacios y a Karina Rodríguez por Alexia Delgado.
En lugar de echarse atrás, López decidía enviar piernas frescas al ataque, sobre todo con la veloz y ágil Pelayo, la cual se convertiría en la héroe de la noche para las Mexicanas.
Tras un largo despeje/pase desde el primer tercio del terreno, Pelayo controlaba la pelota, empleando una gran velocidad en el proceso. Y evidenciando una gran clase y seguridad, enfrentaba a la última defensora, por el costado izquierdo, cortando en dirección interna del área grande, para después soltar un potente disparo que techaba a la guardameta Norteamericana, para el segundo gol Mexicano que le aseguraría el histórico triunfo ante las estadounidenses.
El exuberante público que había asistido al estadio Dignity Health Sports Park, de la ciudad de Carson, California, comenzaría a celebrar el histórico triunfo de las Aztecas sobre la selección de las barras y las estrellas.
La victoria de la Selección Mexicana Femenil contra Estados Unidos no es solo un logro aislado; es el comienzo de un nuevo capítulo para el fútbol femenil mexicano. Este triunfo sienta las bases para futuros éxitos y demuestra que México tiene el potencial de competir y triunfar en los escenarios más grandes.
La importancia de este momento trasciende el ámbito deportivo, convirtiéndose en un símbolo de esperanza, determinación y progreso. La selección femenil no solo ha ganado un partido; ha ganado el corazón de una nación y ha abierto el camino para las futuras generaciones de futbolistas femeninas en México.
