Nacido en una humilde familia de agricultores migrantes de México, José comenzó su vida laboral desde niño en los campos de California. La familia Hernández se trasladaba anualmente desde México para trabajar en “el circuito de California”, como él lo llama. Esta era una vida de trabajo constante, alejada de cualquier semblanza de vacaciones.
Mientras otros niños soñaban con aventuras veraniegas, José, con sus manos en la tierra, un día escuchó, por una radio de transistores, que Franklin Chang-Díaz, el primer astronauta hispanoamericano, había sido seleccionado para el Cuerpo de Astronautas de la NASA. Esa noticia fue la chispa que encendió en él un sueño: volar en el espacio. Desde ese día en los campos de California, se prometió que, a pesar de las adversidades, alcanzaría las estrellas.
Su camino no fue fácil. A pesar de su talento y pasión por la ciencia, enfrentó muchos obstáculos. Uno de los más notables fue el idioma, ya que aprendió el inglés hasta los 12 años. Sin embargo, su determinación lo llevó a graduarse en ingeniería eléctrica y, posteriormente, a trabajar en Lawrence Livermore National Laboratory, donde participó en proyectos innovadores en imagenología y detección temprana de cáncer de mama.
Con su mirada siempre fija en el espacio, Hernández enfrentó múltiples rechazos. La NASA lo rechazó once veces. Pero con la fe inquebrantable y el aliento de su esposa, siguió adelante, buscando maneras de enriquecer su perfil. Se convirtió en piloto, obtuvo una certificación en buceo y aprendió ruso, sabiendo que la cooperación con Rusia sería crucial en futuras misiones espaciales.
Su persistencia rindió frutos cuando, en su duodécimo intento, fue aceptado en la NASA. En 2009 vivió el momento cumbre de su carrera: flotar en el espacio, mirando a la Tierra desde el Space Shuttle Discovery. Hernández describe esa experiencia como “surrealista”, algo que ninguna formación terrenal podría replicar.
Más allá de sus logros espaciales, José ha inspirando a las nuevas generaciones. Tras dejar la NASA, escribió libros sobre su experiencia, que eventualmente llevaron a la producción de la película “A Million Miles Away”.
El actor que lo interpreta, Michael Peña, logró captar acertadamente la experiencia de Hernández, dándonos una representación en pantalla que captura la esencia de su viaje.
José no sólo ha sido un pionero en el espacio, sino también en la tierra. Buscó representar a su comunidad en el Congreso de los Estados Unidos en 2012 y fue reconocido con el Premio Nacional Héroe Hispano en 2016.
En conmemoración del Mes de la Herencia Hispana, celebramos la vida de José M. Hernández, un hispano que superó innumerables desafíos, desde los campos de cultivo hasta las alturas del espacio. Su historia es un recordatorio poderoso de lo que es posible cuando se combina pasión, perseverancia y fe.
“A Million Miles Away” se estrenó en Amazon Prime el 15 de septiembre.