Aunque pueda parecer una tarea ardua, ser madre y disfrutar de una carrera exitosa no implica que una tenga que sacrificarse por la otra. Encontrar ese equilibrio es una posibilidad real, aunque requiere mucho esfuerzo y sobre todo organización. La clave reside en establecer prioridades, elaborar un plan y ser muy disciplinada.
No pierdas la cabeza, hemos investigado para ti siete consejos prácticos para encontrar el equilibrio entre tu vida familiar y tu trabajo. Estos consejos provienen de madres de familia que también han logrado el éxito en sus carreras profesionales. Esperamos que te ayuden a encontrar y mantener el balance tan necesario para tu paz mental.
1. Establece tus prioridades
Comprendemos que hay muchos aspectos importantes en tu vida y que, si tuvieras más tiempo, les prestarías atención a todos. Sin embargo, el día tiene un número limitado de horas, por lo que debes establecer prioridades. Para ordenar todas las áreas de tu vida en una lista de prioridades, reflexiona sobre lo que es más importante para ti.
Por ejemplo, tu trabajo puede brindarte mucha satisfacción, éxito profesional y estabilidad económica. Sin embargo, tu tiempo en casa con tu pareja y/o bendiciones es único y el amor que les brindas es indispensable para todos. Esto significa que puede que no haya mucho espacio para otras actividades. Quizás no puedas salir a cenar con amigas con tanta frecuencia como antes, el gym no te vea nunca, o algunos de tus hobbies hayan quedado en el pasado. No te preocupes, establecer prioridades es parte del proceso y lo estás haciendo bien.
Habrá momentos en los que los niños estén durmiendo o en la escuela o con sus amigos y tú hayas terminado tus responsabilidades laborales y tengas todo en orden en casa. En esos momentos, podrás disfrutar de una temporada completa de tu serie favorita, salir en una cita romántica con tu pareja, tener una noche de chicas o simplemente abrir una botella de vino y tomar un baño de burbujas.
2. Utiliza una agenda u organizador
Como madre trabajadora, tienes muchos pendientes y responsabilidades en la mente, pero el famoso “mommy brain” no es indulgente. ¡No confíes solamente en tu memoria para recordar todo! Utiliza una agenda electrónica o física para anotar todos tus pendientes, citas y actividades. Utilizar un sistema de colores para marcar las tareas urgentes, importantes o menos esenciales te ayudará a decidir en el momento qué pendiente puede esperar, además es divertido.
3. Comunica tus necesidades y aprende a delegar
A veces, necesitamos ayuda y las personas que nos rodean no pueden leer nuestros pensamientos. ¡Hablemos de lo que necesitamos! Por ejemplo, ¿Necesitas que un colega te cubra durante una hora para poder asistir a una reunión escolar? ¿Debes llegar tarde al trabajo para llevar a tus hijos a la escuela? ¿Necesitas una niñera?
Comunica esas necesidades y negocia las condiciones con las personas involucradas incluyendo a tu pareja. Si es difícil hacerlo todo por ti misma, permite que otros te apoyen y realicen algunas tareas para aligerar tu carga.
4. Empieza el día temprano
Este consejo es válido para cualquier persona, aunque a veces nos cueste admitirlo. Despertar temprano nos brinda más tiempo útil. Puedes aprovechar ese tiempo extra para darte un baño relajante, arreglarte, estudiar, hacer ejercicio, terminar pendientes, preparar comida, planificar el día o simplemente meditar y disfrutar del amanecer. Aunque para lograrlo tengas que ir a la cama temprano también, recuerda cumplir con las horas necesarias de sueño reparador.
Poner en marcha tu mente y cuerpo te ayudará a tener un día lleno de energía y éxito. Recuerda que este sacrificio aparente en realidad es una oportunidad para cuidar de ti misma.
5. Acepta que a veces necesitas descansar y cuidarte
Este consejo puede resultar especialmente difícil de seguir para muchas madres trabajadoras, pero debemos aceptar que no somos de acero y que el cansancio físico y mental puede obstaculizar nuestro progreso y afectar nuestros resultados. Por lo tanto, debes cuidar de tu salud física y mental y darte un merecido descanso de vez en cuando.
Tómate un tiempo para relajarte y reflexionar sobre lo que estás haciendo y lo que deberías hacer. Esta pausa, además de permitirte recargarte, te ayudará a ver la situación con claridad, ser más objetiva y analizar cómo puedes alcanzar el éxito.
Sabemos que equilibrar la vida familiar y profesional puede ser como caminar en una cuerda floja mientras sostienes una taza de café caliente y tratas de no tropezar con los juguetes esparcidos por el suelo. ¡Es todo un desafío! Pero recuerda, el humor es nuestro mejor aliado en momentos de estrés.
Así que, cuando las cosas se pongan complicadas y sientas que estás al borde de la locura, respira profundo y recuerda que eres una malabarista de la vida, una súper heroína con un toque de humor. Ríete de los pequeños caos cotidianos y de esas situaciones absurdas que sólo las madres trabajadoras experimentamos.
Así que sigue adelante, eres una mujer extraordinaria capaz de conquistar el mundo.
¡Felicidades, mamá trabajadora! El mundo te ve, te aplaude y te agradece.
