La temporada festiva es sin duda el período más emocionante y ajetreado del año. Según pronósticos, se espera que el gasto minorista total aumente un 4.5%, aproximadamente $1.3 billones para la temporada navideña de 2023; el comercio en línea representa casi el 20% de las ventas, contribuyendo así en gran medida al aumento del gasto.
El año pasado demostró que las compras navideñas ya no son exclusivas de noviembre y diciembre. Muchos minoristas importantes lanzaron promociones de Black Friday y Cyber Monday desde octubre, extendiendo las ofertas hasta fin de año. Esto sugiere que las compras anticipadas se están convirtiendo en la norma.
Después de años de predominio del comercio en línea debido a la pandemia, los consumidores están ansiosos por volver a las tiendas físicas. Se ha visto un aumento significativo en la afluencia a tiendas durante el fin de semana de Acción de Gracias, indicando que el comercio físico está recuperando terreno. La adopción de una estrategia omnicanal, que integre experiencias en línea y fuera de línea, será esencial para los minoristas.
Por otro lado, aunque la inflación ha disminuido en comparación con el año anterior, existe una incertidumbre económica que podría llevar a los consumidores a reducir gastos. Los minoristas, por ende, deben estar preparados para ofrecer descuentos y facilitar a los compradores el ahorro donde sea posible.
Las fiestas son una oportunidad ideal para que las marcas atraigan a nuevos clientes y fomenten la lealtad. Un factor muy importante está en ofrecer una experiencia post-compra memorable, que incluya un proceso de cambios o devoluciones fácil y sin complicaciones, una buena política sobre ésta práctica puede ser un factor determinante para construir una relación duradera con los clientes.
Aunque sólo el tiempo dirá cómo se desarrollará esta temporada festiva, es crucial centrarse en las necesidades y expectativas del cliente. Desde ofrecer descuentos hasta mejorar la experiencia omnicanal, poner al cliente en primer lugar es la clave para destacar en esta temporada de compras navideñas.
En un entorno de incertidumbre económica y cambios en los hábitos de compra, la adaptabilidad y la orientación al cliente son más esenciales que nunca para el éxito de los minoristas en esta época del año.