En la tranquila noche del miércoles 27 de septiembre del 2023, el mundo del espectáculo ha perdido a una de sus estrellas más brillantes y versátiles. Michael Gambon, el actor irlandés aclamado por su trabajo en teatro, pero probablemente mejor conocido por su papel como el Profesor Dumbledore en la saga de películas de “Harry Potter”, falleció a los 82 años, rodeado de su familia, tras una batalla contra la neumonía.
Antes de asumir el manto de Dumbledore, Michael Gambon ya era un nombre destacado en el mundo del teatro londinense. Su actuación en “Life of Galileo” de Brecht en el National Theater de Londres en 1980 le valió el apodo de “el gran Gambon”, otorgado por el actor Ralph Richardson. Peter Hall, director artístico del teatro en ese momento, recordó la inigualable energía y ternura que Gambon aportó a cada uno de sus papeles, ganándose no sólo a los críticos, sino también a sus compañeros actores y por su puesto a su público.
Gambon fue un hombre de emociones profundas y con una presencia escénica que podía ser tanto desgarradora como intimidante. Su versatilidad le permitió encarnar una variedad de personajes, desde el Inspector Maigret hasta Edward VII, y de Oscar Wilde a Winston Churchill. Fue esta amplitud de talento lo que lo preparó para tomar el papel de Dumbledore tras la muerte de Richard Harris en 2002, encantando a una nueva generación de fans.
A pesar de su aparente sencillez al hablar de su oficio – “Simplemente lo hago”, solía decir – Gambon era conocido por prepararse meticulosamente para cada rol. Su enfoque físico y detallado hacia cada personaje evidenciaba un compromiso profundo con su arte, algo que resonará en la memoria de sus espectadores y colegas.
Para los seguidores de Harry Potter, Gambon será siempre recordado como el sabio profesor Dumbledore, cuya magia trascendía la pantalla y tocaba los corazones de todos. Aunque su partida nos deja con un vacío, su legado en la cultura cinematográfica y teatral perdura, recordándonos la importancia de creer en la magia, tanto en el escenario como en la vida.
Michael Gambon nos ha dejado, pero su magia y su pasión por el arte perduran en cada personaje que interpretó, en cada escenario que pisó y en cada corazón que tocó. Su legado es un recordatorio constante de que, a través de la magia del cine y del teatro, la verdadera inmortalidad se encuentra en las historias que contamos y en las vidas que tocamos.
