En 2020, se registraron 685,000 defunciones debido a esta enfermedad, lo que resalta la importancia de comprender su magnitud y abordarla de manera efectiva.
Panorama General del Cáncer de Mama
El cáncer de mama se origina cuando las células mamarias experimentan alteraciones que desencadenan un crecimiento incontrolado y la formación de tumores. Si no se trata, estos tumores pueden propagar el cáncer a más lugares del cuerpo, lo que puede tener consecuencias mortales.
En su etapa inicial, el cáncer de mama puede encontrarse en los conductos galactóforos o los lobulillos productores de leche del seno. En esta etapa, conocida como cáncer in situ, la enfermedad no es potencialmente mortal. Sin embargo, las células cancerosas pueden propagarse al tejido mamario circundante, lo que da lugar a la invasión y la formación de nódulos o engrosamientos.
Los cánceres invasivos tienen la capacidad de extenderse a los ganglios linfáticos cercanos o incluso a otros órganos, un proceso conocido como metástasis, que puede poner en peligro la salud y la vida del paciente.
El tratamiento del cáncer de mama depende de varios factores, como las características individuales de la paciente, el tipo de cáncer y su grado de propagación. En general, incluye una combinación de cirugía, radioterapia y medicamentos.
Magnitud del Problema
Las estadísticas globales revelan la magnitud del cáncer de mama como un desafío de salud pública. En 2020, se diagnosticó cáncer de mama en 2.3 millones de mujeres en todo el mundo, y lamentablemente, 685,000 de ellas perdieron la vida debido a esta enfermedad.
Además, al final del mismo año, 7.8 millones de mujeres, que habían recibido el diagnóstico de cáncer de mama en los cinco años anteriores, aún seguían con vida pero sin vencer todavía al cáncer. Esto posiciona al cáncer de mama como la enfermedad con mayor prevalencia a nivel mundial.
El cáncer de mama puede afectar a mujeres de cualquier edad a partir de la pubertad y se presenta en todos los países.
Sin embargo, las tasas de incidencia son más altas en mujeres adultas. A pesar de que este cáncer puede parecer aleatorio en su aparición, aproximadamente la mitad de los casos ocurren en mujeres sin factores de riesgo identificables aparte de su género y edad (mujeres mayores de 40 años).
Grupos de Riesgo
El principal factor de riesgo para el cáncer de mama es el género femenino, simplemente ser mujer. Aunque es poco común, entre el 0.5% y el 1% de los casos afectan a varones, y el tratamiento en estos casos sigue los mismos principios que en las mujeres.
Además del género, varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, como el envejecimiento, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, antecedentes familiares de la enfermedad, exposición previa a radiación, historial reproductivo (como la edad de la primera menstruación y el primer embarazo), consumo de tabaco y terapia hormonal después de la menopausia.
Es importante destacar que aproximadamente la mitad de los casos de cáncer de mama se presentan en mujeres sin factores de riesgo identificables, lo que subraya la importancia de la vigilancia, la detección temprana en todas las mujeres, así como la prevención a través de hábitos saludables.
Signos y Síntomas
El cáncer de mama puede manifestarse de diversas maneras, especialmente en etapas más avanzadas. La mayoría de las personas no experimentan síntomas en las fases iniciales, lo que destaca la importancia de las mastografías y ultrasonidos de detección periódicas.
Entre los posibles síntomas del cáncer de mama se incluyen:
Nódulo o engrosamiento en el seno: Esto puede ocurrir sin dolor evidente.
Cambio en el tamaño, forma o apariencia del seno: Los cambios pueden ser sutiles pero significativos.
Aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otros cambios en la piel del seno: Estos cambios pueden ser notables en la piel.
Cambios en el pezón o la areola: Esto puede incluir cambios en la forma o la pigmentación.
Secreción de líquido anormal o sanguinolento por el pezón: Esto es un síntoma que debe ser evaluado por un profesional de la salud.
Se recomienda encarecidamente que cualquier persona que encuentre un nódulo anómalo en el seno busque atención médica, incluso si no experimenta dolor.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los nódulos en los senos no son cancerosos, y la detección temprana puede marcar la diferencia en el tratamiento y el pronóstico. El profesional de la salud que debe revisar estos síntomas, de preferencia, debe ser el oncólogo.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de mama se personaliza según el subtipo de cáncer y su grado de propagación. Los tratamientos combinados son esenciales para reducir el riesgo de recurrencia de la enfermedad. Estos tratamientos incluyen:
Cirugía: Puede consistir en la extirpación del tumor (tumorectomía o mastectomía parcial) o la extirpación completa del seno (mastectomía total). También se pueden extirpar los ganglios linfáticos para evaluar la propagación del tumor.
Radioterapia: Se utiliza para tratar tumores residuales microscópicos y reducir el riesgo de recurrencia en los tejidos mamarios y los ganglios linfáticos circundantes.
Medicamentos: Incluyen terapias hormonales, quimioterapia y tratamientos dirigidos con productos de biotecnología. La elección del medicamento depende de las características biológicas del cáncer.
El cumplimiento del ciclo completo de tratamiento es fundamental para maximizar la eficacia. En la actualidad, los tratamientos ambulatorios son comunes y a menudo no requieren hospitalización, lo que facilita el acceso al tratamiento para las pacientes. Es esencial abordar la enfermedad de manera integral y seguir las recomendaciones del equipo médico para obtener los mejores resultados.
Para algunos tipos de cáncer de mama que sobreexpresan la molécula HER2/neu, se utilizan fármacos biológicos dirigidos, como el trastuzumab. Estos tratamientos son altamente efectivos pero también costosos debido a su naturaleza basada en anticuerpos. Por lo general, se combinan con quimioterapia para maximizar la eliminación de las células cancerosas.
La radioterapia juega un papel crucial en el tratamiento del cáncer de mama. En etapas tempranas, puede evitar la necesidad de una mastectomía.
Incluso en etapas posteriores después de una mastectomía, la radioterapia puede reducir significativamente el riesgo de recurrencia. En casos avanzados, puede ayudar a mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad.
La eficacia de estos tratamientos depende en gran medida de su inicio oportuno y de seguir el plan de tratamiento completo. El abordaje integral y multidisciplinario es esencial para brindar el mejor cuidado a las pacientes con cáncer de mama.
Repercusión Mundial y respuesta de la OMS
En las últimas décadas, se han realizado esfuerzos significativos para combatir el cáncer de mama. Entre 1980 y 2020, la mortalidad por cáncer de mama se redujo en un 40% en países de ingresos altos. Los países que han tenido éxito en esta lucha han logrado una reducción anual de entre el 2% y el 4% en la mortalidad por cáncer de mama.
Para abordar este desafío global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama. Su objetivo es reducir la mortalidad mundial por cáncer de mama en un 2.5% anual, lo que podría evitar 2.5 millones de muertes por esta enfermedad entre 2020 y 2040.
Si se logra este objetivo, se evitaría el 25% de las muertes por cáncer de mama en mujeres menores de 70 años para 2030, y el 40% para 2040. Esta iniciativa se basa en tres pilares fundamentales:
Promoción de la salud: Educación pública dirigida a las mujeres para aumentar su conocimiento sobre los signos y síntomas del cáncer de mama. Esto fomenta la detección temprana y el acceso a un tratamiento efectivo.
Diagnóstico oportuno: Capacitación de los profesionales de la salud para identificar signos iniciales del cáncer de mama y dirigir a las mujeres a los servicios de diagnóstico cuando sea necesario.
Gestión integral: Establecimiento de centros especializados en cáncer de mama para brindar tratamiento eficaz y centralizado. Este enfoque puede servir como modelo para abordar otros tipos de cáncer.
La educación pública es clave para empoderar a las mujeres y sus familias en la lucha contra el cáncer de mama. Incluso en lugares donde la mastografía no está ampliamente disponible, el conocimiento de los signos y síntomas puede llevar a una detección más temprana y que resulte en una recuperación de la salud de las mujeres con este padecimiento.
Como en todo padecimiento, la prevención juega un papel importante en la salud. Hábitos saludables como comer sano, ejercitarse y alejarse del estrés son claves para mantenernos lejos, en lo posible, de estos padecimientos o bien de tener una mejor recuperación.
