El sentirse “chavorruco” no es más que la noción del paso del tiempo. Es una curiosa criatura, capaz de moldearse según nuestras propias percepciones y experiencias. Cuando sugerí a mi padre, un hombre de 72 años con dificultades para relacionarse, que se uniera a los viajes del Imserso, me sorprendió su reacción: “Ahí solo van personas mayores”, afirmó con convicción. Este comentario me hizo reflexionar sobre nuestra percepción del envejecimiento y cómo nos relacionamos con la edad a lo largo de nuestra vida.
Pero ¿Qué es sentirse “chavorruco”?
El denominado “chavorruco” Es un fenómeno común que va de sentir que tenemos una edad menor a la que realmente tenemos. Un estudio publicado en el Psychonomic Bulletin & Review en 2006, reveló que aproximadamente el 70% de las personas, una vez superados los 30 años, experimentan esta desconexión entre su edad percibida y la edad real.
Según la Asociación Americana de Psicólogos, esta discrepancia puede interpretarse como una forma de negación defensiva, una estrategia para evitar enfrentar el estigma asociado al envejecimiento y la mortalidad.
¿Qué motiva esta desconexión entre la edad real y la percibida? Según un reportaje reciente en S Moda, una de las razones radica en el momento en que dejamos la educación formal.
Durante nuestros años escolares, es fácil identificar nuestra edad porque compartimos entorno con personas de la misma franja etaria.
Sin embargo, al entrar al mundo laboral alrededor de los 20 años, nos encontramos rodeados de individuos de diversas edades, lo que puede llevarnos a mantenernos arraigados a los rituales y comportamientos propios de la juventud.
A medida que avanzamos en la vida, esta desconexión entre la edad percibida y la edad real puede acentuarse aún má. Algunas personas mayores, lejos de aceptar su edad cronológica, se aferran a una identidad más joven.
Según el estudio de la Asociación Americana de Psicólogos, esto puede ser una forma de evitar el miedo a la muerte y el estigma asociado al envejecimiento, lo que da lugar al siempre conocido termino de “chavorruco”.
Aunque a menudo se ridiculiza la idea de “chavorruco” —representada humorísticamente por personajes como el señor Burns vestido como un adolescente—, algunos estudios sugieren que esta percepción subjetiva de la edad puede tener beneficios para la salud.
Un estudio del Centro Alemán de Gerontología, publicado en Psychology and Aging, encontró que las personas que se sienten más jóvenes, que su edad cronológica, tienen menos probabilidades de experimentar un vínculo entre el estrés y el deterioro de su salud funcional.
Lo que no sabías del “chavo ruco”
- La edad promedio de las personas que participaron en el estudio sobre la percepción de la edad fue de alrededor de 37 años.
- La Asociación Americana de Psicólogos realizó un estudio en 1989 que concluyó que, la percepción de tener una edad más joven es una forma de negación defensiva.
- El 70% de las personas encuestadas, en el estudio publicado en el Psychonomic Bulletin & Review en 2006, sentían que tenían una edad menor con la que realmente contaban, una vez superados los 30 años.
- La transición de la educación formal al mundo laboral, alrededor de los 20 años, puede contribuir a la desconexión entre la edad percibida y la edad real.
- Según un reportaje en S Moda, dejar la educación formal puede hacer que las personas se sientan ancladas en las rutinas y comportamientos propios de la juventud, lo que contribuye a sentirse “chavorruco”.
- Algunos estudios sugieren que sentirse más joven que la edad cronológica puede tener beneficios para la salud. Esto se puede manifestar en una menor vinculación entre el estrés y el deterioro de la salud funcional.
- La sociedad tiende a asociar la juventud con la vitalidad y la vejez con la declinación, pero la realidad es mucho más matizada.
- La percepción subjetiva de la edad puede variar en su impacto y significado para cada individuo.
- La identidad de “chavorruco” desafía las expectativas convencionales sobre el envejecimiento y puede ser una forma de mantener la vitalidad y la alegría de vivir a lo largo de los años.
- La noción de “chavorruco” es un tema complejo y multifacético que refleja la interacción entre la percepción individual, las experiencias personales y las normas sociales sobre el envejecimiento.
En última instancia, la experiencia de sentirse “chavorruco”, o más joven de lo que realmente somos, puede variar en su impacto y significado para cada individuo. Aunque la sociedad tiende a asociar la juventud con la vitalidad y la vejez con la declinación, la realidad es mucho más matizada.
Ser “chavorruco” no siempre es negativo; puede ser una forma de mantener la vitalidad y la alegría de vivir a lo largo de los años, desafiando las expectativas convencionales sobre el envejecimiento.