En el pintoresco pueblito de Correns, al sureste de Francia, se encuentra el viñedo Miraval, un lugar que no solo ha sido testigo del matrimonio de una de las parejas más famosas de Hollywood —Brad Pitt y Angelina Jolie—, sino que también es la cuna de vinos excepcionales que han capturado la atención del mundo. Este rincón idílico ha sido escenario de varias vacaciones familiares y, tras el divorcio de la icónica pareja, se ha convertido en el centro de una disputa legal que agrega un capítulo intrigante a la historia de este viñedo.
El Enlace de Hollywood en Miraval
La historia de Miraval comenzó en 2014 cuando Brad Pitt y Angelina Jolie, en medio de un entorno que podría competir con cualquier escenario de película romántica, eligieron este viñedo como el lugar para su boda. Sin embargo, la relación con Miraval comenzó mucho antes, en 2008, cuando la pareja adquirió la propiedad por la impresionante suma de 60 millones de dólares. Esta adquisición se llevó a cabo en asociación con enólogos de la familia Perrin, estableciendo las bases de lo que se convertiría en una empresa vinícola de renombre.
Antes de su matrimonio, Jolie poseía el 40% de las acciones, mientras que Pitt ostentaba el 60%. Sin embargo, un año antes de su boda, Pitt transfirió el 10% de sus acciones a Jolie, simbolizado por la cantidad de un euro, para garantizar que ambos tuvieran participaciones iguales en este proyecto vinícola. Uno de los acuerdos clave era que ninguno de los dos podía vender su parte sin el consentimiento del otro, un pacto que se convertiría en el centro de la actual controversia.
La Disputa Legal y la Venta a Tenute del Mondo
La trama se complica cuando, después de su divorcio, Angelina Jolie decide vender su participación en Miraval a Tenute del Mondo, una empresa subsidiaria del Grupo Stoli, propiedad y controlada indirectamente por el multimillonario ruso Yuri Shefler. Las intenciones de Shefler de tomar el control de Miraval desencadenan una demanda legal por parte del equipo legal de Brad Pitt, marcando un nuevo giro en esta historia que combina el glamour de Hollywood con el intrigante mundo del vino.
Miraval: Más Allá de las Estrellas
Detrás de las escenas de esta fascinante disputa legal se encuentra un viñedo extraordinario que ha producido vinos de alta calidad a lo largo de su rica historia. Château Miraval es una extensa propiedad de 500 hectáreas que alberga una mansión rodeada de bosques, olivos y, por supuesto, su viñedo de 30 hectáreas. Ubicado cerca del pueblo de Correns, reconocido como el primer pueblo ecológico de Francia, Miraval se erige como un testimonio de la exquisita belleza de la Provenza.
En 1970, la casa que forma parte de la propiedad fue propiedad del renombrado compositor de jazz Jacques Loussier, quien la transformó en un estudio de grabación. Este estudio fue testigo de sesiones memorables con artistas de la talla de Pink Floyd, Sting, Sade, Los Cranberries y Los Gypsy King, dejando una huella musical en la historia de Miraval. La mansión cuenta con 35 dormitorios, spa, jacuzzi, gimnasios, lago, piscina y un impresionante depósito de agua, brindando a sus visitantes una experiencia que va más allá de la degustación de vinos.
La Excelencia en una Botella: Los Vinos de Miraval
Miraval ha destacado en la producción de vinos de alta calidad, cultivando uvas para la creación de dos vinos blancos y un tinto. Sin embargo, es el vino rosado el que se ha convertido en el emblema de la casa y el cual ha conquistado paladares en todo el mundo. El “Côtes de Provence Rosé Miraval” es un referente, ingresando en la prestigiosa lista de los 100 mejores vinos de Wine Spectator en 2013. Con un precio cercano a los 800 pesos, las primeras seis mil botellas lanzadas se agotaron en tan solo cinco horas, demostrando la demanda y admiración por este elixir.
En 2020, Miraval presentó al mundo “Fleur de Miraval”, un champagne rosado que recibió el sello distintivo de Brad Pitt. Este exclusivo champagne, compuesto por un 75% Chardonnay y un 25% Pinot Noir, se gestó en secreto durante cinco años. La primera edición, limitada a 20 mil botellas y vendida a aproximadamente 330 euros cada una, se agotó rápidamente, consolidando su estatus como una joya enológica.
El Toque Personal de Brad Pitt en la Vinificación
El compromiso y la pasión de Brad Pitt por Miraval se reflejan en sus propias palabras. En una entrevista con la revista People, el actor compartió su perspectiva: “Miraval no es solo un vino de ‘celebridad’ para mí; es una finca maravillosa y excepcional de la que me enamoré y en la que sigo invirtiendo para convertirla en una de las mejores fincas de la Provenza… No es solo una tendencia pasajera”.
El sitio web de Fleur de Miraval revela la esencia de esta marca, uniendo tres apellidos: Pitt, Perrin y Peters. Las dos últimas familias, originarias de las regiones de Champagne, se unen a la visión de Pitt para crear una experiencia inolvidable. La marca se describe a sí misma como “3P, tres almas, tres sensibilidades y tres fuertes deseos de crear lo inolvidable”, mostrando la dedicación y el cuidado que se invierten en cada botella.
Un Viaje desde Hollywood hasta la Copa de Vino
Miraval no es solo un viñedo; es una narrativa entrelazada con la historia de Hollywood, el romance de una pareja icónica y la pasión de un actor por crear vinos excepcionales. Desde la majestuosidad de su propiedad hasta la excelencia enológica de sus vinos, Miraval ha dejado una huella imborrable en el mundo del vino. A medida que la disputa legal entre las estrellas continúa, la esencia de Miraval perdura sin interrupción.